Tal vez su camino,
tenga mas esquinas
que los nuestros
pero su piel,
no tiene más color
que el de la vida.
Mezclado con tu pan
está su harina,
y el mismo sol que nace
os cobija.
Ya no busques su nombre
en las palabras
la sal de las mareas
lo borró de las playas
y lloran las arenas.
Desenrédale pues
las trampas de sus pies
y su memoria ,
no le cortes las alas
que le dieron
no seas su fracaso
porque hay auroras
que aún le pertenecen,
y vendràn a buscarlo
(Dedico este poema
a la memoria
de todos los que lucharon
por un sueño
y quedaron en el mar)
Marian Alvarez.
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